Si no se toman las medidas necesarias, siempre está la posibilidad de que los niños tengan accidentes relacionados a quemaduras en el hogar. Es fundamental tomar precauciones y prevenir accidentes de este tipo, los cuales pueden ser muy dolorosos o dejar secuelas permanentes. Los accidentes más comunes ocurren en la cocina, con estufas, calefactores o instalaciones eléctricas.

A continuación te contamos algunas de las medidas de protección contra quemaduras para prevenir lesiones y situaciones peligrosas.

Prevención de  quemaduras en casa

Muchas cosas comunes en una casa, como el agua del baño, los alimentos y los enchufes eléctricos, entre otras, pueden causar quemaduras en la infancia. Para prevenir quemaduras en casa, sigue los siguientes consejos:

  • Haz un chequeo de la temperatura del agua del baño con la mano antes de poner a tu hijo en la tina.
  • Evita los derrames de líquidos calientes. Nunca cocines, bebas, o lleves bebidas o alimentos calientes mientras tienes a un niño en tus brazos.
  • Mantén comida y líquidos calientes lejos de los bordes de las mesas y mostradores.
  • Pon atención a manteles o individuales que los niños pequeños puedan tironear.
  • Gira las asas de tus ollas y sartenes hacia la parte posterior de la cocina  y utiliza los quemadores traseros cuando sea posible.
  • Siempre mantén una supervisión constante de la cocina mientras preparas los alimentos.
  • Determina zonas prohibidas. Bloquea el acceso a la cocina,  calentadores y radiadores. Nunca dejes a un niño solo en una habitación cuando estos elementos estén en uso.
  • Mantén los dispositivos que generan calor fuera del alcance de los niños.
  • Siempre que dejes de usar objetos que emiten calor como planchas o calefactores, desconectalos y déjalos fuera del alcance de los niños.
  •   Prueba la temperatura de los alimentos antes de dárselos a un niño. Ten cuidado cuando calientes alimentos o líquidos en el microondas porque podrían calentarse de manera irregular.
  •  Identifica los cables y los tomacorrientes. Cubre los tomacorrientes que no se utilicen con una tapa de seguridad. Mantén los cables eléctricos fuera del paso para que los niños no los tiren ni los mastiquen. Reemplaza los cables eléctricos deshilachados, rotos o desgastados.